martes, 6 de noviembre de 2012

IKEA: ¿De verdad sois suecos?

Un día, de esos que son tan comunes en el Norte, cuando la lluvia lo invade limpia todo y queda en el ambiente una sensación de paz generalizada, de ganas de hacerte una bufanda de punto y beber sopa de sobre, un día de esos finalmente te cansas de la melancolía casera, y en un esfuerzo megasobrehumano de socialización, te cojes el coche y te plantas en IKEA con tu hermano. 

Hay cuatro tipos de personas que van a IKEA: las que tienen un proyecto en mente, cambiar la cocina o el cuarto de baño, por ejemplo; las que quieren cotillear un poco y comprar un par de velas o un marco (que vaya gasto de viaje pa eso, pero bueno, cada un@ invierte en lo que le apetece); los que tienen hij@s de entre 3 a 12 años que aprovechan para dejarlos idiotizados ante la tele en la sala de las bolas y se van a magrear a los decorados de casas de campo y por último, los que van a IKEA a comer salchicas y beber cafe by the face, osea, for free, osea debalde, osea gratis.

Digamos que nos encontramos en la segunda categoría, pero vosotr@s estareis en cualquiera de las demás y propablemente también os haya asaltado esta idea: " ¿Cómo es posible que todo sea TAN barato?" Vale, que embalan sus productos en paquetes planos y que no tienen personal de reparto ni montaje, pero, ¿no suena todo a Made in China?

La respuesta a esa pregunta rondo la visita de Jokin (El gran Hermano) y Ruth a IKEA, y finalmente, después de mucho teorizar y de una reflexión profunda y meditada, descubrimos que:

¡LOS DE IKEA SON UNOS CHINOS QUE SE HACEN MUY BIEN LOS SUECOS! 


Al contrario que IKEA, nosotras somos KARAJAULA SLOW, ¡selecto y con mucho amor!

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Chismorrea que eso vende