miércoles, 2 de enero de 2013

¿Feliz... qué?

Estos días todo el mundo nos pregunta si tenemos nuevos propósitos, qué es lo que le pedimos al nuevo año, si finalmente dejaremos de pagar la cuota del gimnasio, etcétera (siempre hemos querido escribir esta palabra en su plenitud). Sin embargo, la vida es la misma que hace 48 horas, los problemas y alegrías son exactamente los mismos, pero nos parece que por arte de birli birloke o por infusión de turrón, la vida es diferente estos primeros días del 2013.


Solo queremos que este año nos traiga las mismas felicidades trabajadas que el anterior, que nuestro esfuerzo y ganas de aprender, ilusionarnos y contagiar no decaiga, y que tengamos la habilidad de ver un corazón en las nubes.

Porque las cosas de verdad, las cosas de siempre, las de todos los días, como las lágrimas, las sonrisas, los gritos de algarabía de l@s niñ@s, el color cambiante del mar y las vacas pastando en el monte, siguen estando ahí.

Nuestro propósito para este año es que no haya propósitos que se olvidan el 10 de enero, cada día es un propósito, cada día tenemos la oportunidad de vivir de una forma diferente, y que nos haga felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Chismorrea que eso vende